lunes, 2 de abril de 2012

11


De niño coleccionaba moscas
en un folio color sepia.
Me recreaba en sus alas escamadas,
en sus patas peludas,
en sus ojos lánguidos.
De niño aprendí a elegir víctimas idóneas,
cuerpos desalmados, calmos.
Ahora son mis sábanas grisáceas
las que recogen moscas.

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