De niño coleccionaba moscas
en un folio color sepia.
Me recreaba en sus alas escamadas,
en sus patas peludas,
en sus ojos lánguidos.
De niño aprendí a elegir víctimas idóneas,
cuerpos desalmados, calmos.
Ahora son mis sábanas grisáceas
las que recogen moscas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario