viernes, 15 de abril de 2016

2.46

Llamábamos hogar a cualquier lugar donde cupieran libros
que compramos en ferias de segunda mano, en promociones
de grandes cadenas,
de libros regalados en aniversarios o hurtados de pequeñas librerías supervivientes.
Pero ignorábamos que los libros no son capaces de todo,
no hay libros que planchen o preparen el tupper con el almuerzo del día siguiente,
no hay libros que aún te abracen a deshoras, que saquen al perro a medianoche,
no hay libros que salven la colada o froten la porcelana del váter
no hay libros para mantener a flote un hogar
no hay libros no hay libros
no hay libros suficientes
si un hogar somos
tú y yo.