domingo, 10 de marzo de 2013

99. Granada

Las ciudades no respetan el sueño de los suicidas, y tú no eres una excepción.
Los yunques, el cielo de geranios y grúas monstruo
que arrebatan la aurora al cielo y al humo y al mundo.
Granada es todo lo que no hicimos:
el cielo que se viene sobre las cabezas
el suelo de un Pedro Antonio regado de vómito
los bares los bares los bares
legado de una historia inmarcesible.
Las niñas bonitas
los niños pasados
erasmus borrachos
Granada es dormir contigo.
O algo así.
La acidez del precipicio donde se aventuran los fantasmas
el verdor de la tarde que cae al ritmo de fusiles
la guerra de los niños en el parque infantil de las derrotas
las palomas, los buitres, las gaviotas
las gaviotas el triángulo la roca el menisco
Granada es dormir contigo.
Una guitarra_dime dónde_hecha de lumbre
un triquini_dime quién_resuelto en el establo
un dislate_dime qué_de agua como el suspiro del fantasma moro.
De la ciudad sin límites surgimos y a ella vamos
como el descabellado laberinto grana sin explosión
sin salida.
Granada era dormir contigo.
Granada fuimos.

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