domingo, 25 de marzo de 2012

2

A partir de ese mordisco
me hiciste polvo.
Estado inalterable
de eterna angustia,
palabras y palabras
de forma antigua.
Sálvate.
Huye de mí, de esta prisión,
revienta el mundo a destiempos,
a angustias sin forma libre.
Sálvate. Inventa excusas,
retuerce planes,
olvida citas. Reviéntame
a mentiras.
Define tu futuro. Déjame.
No digas que no aviso:
yo soy el que liba
tu sangre por las noches.

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